sábado, 5 de mayo de 2007



“Diego Carabelli, la expresividad surrealista en un entorno de carencias"Surrealista expresionista, abarca paisajes simbolistas en los que exhibe personajes mutilados, atormentados, fragmentados, alejados de la realidad del glamour y de la belleza externa. Juego, pasión, miseria, tormentas que se adentran en la mente de la condición humana para sacar a relucir la fuerza de la evidencia encerrada en la necesidad de trascendencia en unos momentos de gran ofuscación. Existen caminos aquí y allá, sendas que están marcadas de forma inconsciente, como si se reflejaran a nivel mental en el submundo de lo inconsciente, para constatar que hay otros mundos que se perfilan con discreción a partir de los vericuetos de este. Pero se trata de caminos que se hallan a años luz de los personajes apegados a su cotidianeidad, porque no usan anteojos, no disponen de prismáticos con los que otear el horizonte, no quieren abarcar otras realidades porque las que tienen les sobrepasan. Son los seres de la iniquidad, de la fabulación mental atormentada por lo depauperado, porque su forma de actuar les conlleva una vida sometida a condiciones extrañas de alejamiento de los verdaderos senderos iluminados.Hay elementalidad, existe fervorosa falta de luminosidad de la conciencia del ser, en el aspecto de resaltar la fuerza de la soledad en un entorno no dogmático. Soledad en la tristeza, en la evidencia del elemento humano que se perfila con serena determinación, que se auto define para transmutarse entre las anécdotas.En ocasiones, el artista de Mar del Plata no se sabe si se recrea en la formalidad de los seres humanos o en las miserias de los mismos, empleando para ello dibujos de seres deformes, fragmentados, para resaltar a nivel simbólico la destrucción a la que se ven sometidos que es la que provoca la fealdad de sus organismos, verdaderos amasijos de carne, o cuerpos, que podrían ser sobrios, perfectos, evidentes y sofisticados, convertidos en el paradigma del abandono.Excelente dibujante, domina el detalle, el trazo de sus composiciones surreales en las que la noción de perspectiva destaca, para resaltar, a continuación, la idiosincrasia de la pintura, en el sentido de dotar de color temáticas que ya de por sí son lo suficientemente explícitas dentro de un comportamiento expresionista. “Joan Lluís MontanéDe la Asociación Internacional de Críticos de Arte

Oleo sobre tela